Recientemente, investigadores italianos que estudiaban el calentamiento global instalaron una cámara a 18.000 pies (5.486 metros) de altura en el Monte Everest, para monitorear cómo el cambio climático está afectando la región.
Los científicos optaron por situar la cámara en la cumbre Kala Patthar, cerca de un campamento base del Everest, por sus impresionantes vistas de la cara oeste de la montaña.
Para asegurarse de que el dispositivo podía resistir las extremas condiciones a 5.675 metros sobre el nivel del mar, una webcam particularmente resistente fue desarrollada por la empresa de vigilancia alemana Mobotix. Según la compañía, la cámara está capacitada para operar a temperaturas cercanas a los -22°F (-30 grados centígrados), abasteciéndose de energía durante las horas del día a través de paneles solares. Además de deleitarnos con algunas imágenes espectaculares del Everest (actualizadas cada 5 minutos), la estación de seguimiento también proporciona a los investigadores datos sobre la temperatura, la humedad y las precipitaciones en la montaña, informa Slashgear.
Vea la imagen que transmite la cámara web:
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